No podríamos ser felices y acabar muriendo sin paz si entre vosotros hubiera odio, rencillas, desprecio, en vez de paz, perdón, alabanza y ayuda. Olvidaos de vosotros mismos y meteos en el alma de vuestros hermanos. Aceptaos unos a otros tal como sois. Con vuestras virtudes y vuestros defectos. Todos tenemos las unas y los otros. Nunca critiqueis la libertad de los otros. Dios nos hizo libres y solo Dios podrá juzgarnos del uso que hayamos hecho de nuestra libertad. Nosotros, los unos a los otros, no. Seríamos muy felices si os sintíeramos unidos y aceptándoos todos tal como sois.
En este mundo nadie es igual a nadie. Hay que aceptar incluso lo que el otro haya hecho mal. Jesús lo dijo. "Hasta 7 veces 7", es decir siempre. Esto no quita que hableis y, con vuestra palabra solucioneis vuestras diferencias pero siempre, siempre, aceptando la libertad de cada uno. Ojalá que siempre busqueis la paz y la encontreis.