jueves, 26 de abril de 2018

                                                               Mi evangelio según San Marcos

   La suegra de Simón estaba acostada con fiebre.
   Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
   No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.
   El sábado fue hecho a causa del hombre y no el hombre por el sábado.
   ¿Como puede Satanás expulsar a Satanás?. Si un reino está dividido contra sí mismo, no puede durar.
   Quien brasfeme contra en Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás.
   Quien hiciere la voluntad de Dios, ese en mi hermano, mi hermana y mi madre.
   Con la medida conque midiereis se los medirá.
   ¿Quien será este que hasta el viento y el mar le obedecen?
   Lo que sale del hombre eso es lo que contamina al hombre.
   Y que aprovecha al hombre ganar todo el mundo y perder su alma?
   Lo que Dios juntó no lo separe el hombre.
   Quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
   ¡Cuán difícil es entrar en el reino de los cielos!
   Muchos primeros serán los últimos y los últimos los primeros.
   Si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor.
   Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
   ¿Cuando en la resurrección resuciten, de quien será la mujer?
   Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio sino que serán como ángeles en los cielos.
   No es Dios de muertos sino de vivos.
   Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón.
   Amarás a tu prójimo como a tí mismo. Mayor que este no hay mandamiento alguno.
   Cuando oyereis hablar de guerras y rumores de guerras, no os turbéis.
   Habrá terremotos por diversos lugares, habrá hambre: ese es el comienzo de los dolores.
   El que perseverare hasta  el fin ese será salvo.
   Se levantarán falsos mesias y falsos profetas y harán señales y prodigios.
   Se oscurecerá el sol y la luna no dará su brillo y las estrellas se caerán del cielo.Entonces verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes con gran poder y majestad.
   El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
   Tomad, este es mi cuerpo.
   Esta es mi sangre de la alianza que es derramada por muchos.
   Padre, todo te es posible; aleja de mi este cáliz; mas no sea lo que yo quiero, sino lo que tu quieres.
   ¿Eres tu el Mesias, el hijo del Bendito. Y Jesús dijo: Yo soy.
   Verdaderamente este hombre era hijo de Dios.
   Ha resucitado. No está aquí.
   Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.
   Fue levantado a los cielos y está a la diestra de Dios.

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