Sin sentido.
Desde hace un tiempo se ha puesto de moda utilizar las palabras en masculino y en femenino, principalmente por la clase política y con la laudable idea de acercarse cada vez mas a la igualdad entre hombres y mujeres.
Estoy conforme. Me parece muy bien que todos tengamos los mismos derechos y los mismos deberes, pero llegar a ciertos límites que destrozan nuestra lengua y nuestros diccionarios, creo es pasarse de rosca.
Porque sí. Es verdad que la mayoría de las palabras pueden expresarse en masculino y femenino: agricultor y agricultora, parlamentario y parlamentaria......Pero hay también muchas otras en las que su uso demuestra a quien las utilice un total desconocimiento de nuestro idioma, si no algo peor. Veamos algunos ejemplos: Activista y activisto. poeta y poeto, atleta y atleto, miembro y miembra, jirafa y jirafo, pantera y pantero, sardina y sardino. caballa y caballo, testigo y testiga, taxista y taxisto......Alguna de estas se han oído hasta en el Congreso.
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