Otra vez a los hijos.

   Despues de varios meses que a la libertad de cada uno de vosotros escribimos , volvemos al mismo tema añadiendo otras consideraciones.

  Es por eso que insistimos en nuestros consejos y en trasladaros nuestra cultura ante la vida para que sepais lo que pensamos y cuales han sido los principios que nos han guiado a lo largo de nuestras largas existencias.

  Sobre todo ha sido el respeto a la libertad de cada uno de vosotros. Si Dios os hizo libres nosotros no tenemos ningún derecho a quitar, reducir o criticar la libertad de los demás. Podremos,por supuesto,pensar distinto, opinar e incluso criticar, pero siempre debemos respetar la forma de ser de los demás aunque no estemos de acuerdo. Incluso diríamos mas. Deberíamos tratar de comprenderlos. A veces, al escuchar las opiniones y las razones que el "otro" tiene, ello hace que nosotros cambiemos de opinión y por tanto de actitud.

  Todos teneis amigos y amigas en los que confiais y a veces solicitais ayuda o consejo. Ojalá siempre os tratárais entre vosotros como si vuestros hermanos   fueran vuestros mejores amigos.

  Y por encima de todo lo dicho está el AMOR. Si Jesús nos dijo "amaos los unos a los otros", que mejores "otros" que vuestros propios hermanos. 

  Si se consigue respetar la libertad de cada uno ya resulta muy fácil aceptar como son. Nadie es igual a tí. Tú eres único.Por eso lo que tú piensas que es bueno o malo, a los otros no les ocurre lo mismo. Acéptalo. Y voy a más. Todos teneis una base común basada en la educación y el ejemplo  recibido en vuestra niñez y adolescencia. Después los colegios, los amigos y vuestro convivir con el mundo han consolidado vuestra forma de ser. Queremos decir que si defendeis a vuestroa amigos con mas razón a vuestros hermanos. "Amarás al prójimo". Y pensamos, que mayor prójimo hay que vuestros propios hermanos.