sábado, 18 de junio de 2016

CONVIVENCIA EN LAS AULAS


Ya dijimos “A veces el problema disciplinar en las clases no es de los alumnos, se produce por los profesores. Algunos aburren a los escolares y eso genera indisciplina. Luego la culpa no siempre es toda de los alumnos.
Sé que estas afirmaciones pueden levantar polémica entre maestros y profesores. Hay quienes critican y no admiten tener parte de culpa en la falta de convivencia en los Centros. Por ello queremos hacer algunas matizaciones.
En la enseñanza, en la educación, igual que en todas las profesiones y actividades, los hay mejores y peores. Los hay vocacionales y sin vocación. Los hay más o menos creativos, más o menos solidarios…..en fin hay de todo, aunque sí tengo que afirmar que la mayoría son excelentes educadores.
Quienes preparan bien sus clases, las hacen atractivas, conocen a sus alumnos, saben dar un toque de humor a los posibles problemas, son capaces de “conquistarse” a los más conflictivos, estos profesores y maestros no tendrán problemas de convivencia. Si la clase está bien preparada y el maestro sabe conectar con sus alumnos la educación es un placer. El maestro, el profesor debe ser animador, un poco “payaso”, un poco charlatán de feria, dominador de la clase. Debe ser ocurrente, pocas veces serio, conocedor del grupo. Sabiendo que no puede ser el mismo con el A que con el B o el C. Debe ser gran observador y detectar cuando sus escolares no captan o están fuera de órbita. Debe saber hacer interesante su materia, poner actividades atractivas, saber motivar sus enseñanzas, ser severo y flexible a la vez. Debe tener seguridad en sí mismo, saber buscar la oveja descarriada y no aburrir nunca.
Después de 42 años dedicados a la educación de escolares entre 3 y 14 años puedo plantear la siguiente interrogante:
¿Por qué un mismo grupo de alumnos es radicalmente distinto cuando su clase la imparte el profesor o maestro A o el maestro o profesor B.
Algunos alumnos generan problemas de convivencia porque están sin entender ni comprender nada de lo que se hace en clase debido principalmente a su falta de base. Esa es la causa de su falta de atención y consecuentemente de su indisciplina.
Si a cualquiera de nosotros nos colocan en una clase de chino el primer día estaremos bien por educación, el segundo me distraeré y al final acabaré haciendo lo que me apetezca.
Afirmaba al principio que la culpa no siempre es de los niños. A veces sí porque hay escolares imposibles por su ambiente familiar, social, la tele, los amigos… Y se hace muy difícil que la escuela pueda educarlos. Otras veces, las menos, son los maestros, los profesores, por las razones expuestas.
El tener en las clases escolares sin una base mínima para seguir las enseñanzas de los profesores es fundamentalmente culpa de los sistemas educativos que permiten la promoción con suspensos y no habilitan los medios suficientes para recuperar a estos alumnos o pasarlos a otras modalidades de enseñanza más acordes con sus capacidades. Evidentemente no todos somos iguales.
En las escuelas e institutos existe la figura del tutor. Es uno de los profesores que asume de forma especial la formación de un grupo de escolares. Ser maestro tutor o profesor tutor es ser bastante más que solo maestro o profesor. Por ello debería cuidarse mucho esta figura. Es la persona cercana al chico. El que debe conocer su problemática. Saber qué hace, con quien va, cuáles son sus aficiones, cuales sus sentimiento, como es su situación familiar. También es quien debe resolver cualquier conflicto que surja en principio y buscar soluciones. Me viene a la memoria el caso repetido de varios escolares cuyas notas bajaron notablemente. El tutor descubrió que había fallecido algún abuelo con los que estaban muy unidos.
La figura del tutor, en mi opinión, se ha visto devaluada con el tiempo entre otras razones a causa del excesivo trabajo burocrático
Tengamos siempre en cuenta que en la formación integral de nuestros alumnos influyen variados factores. Principalmente son tres: la familia, la propia escuela y el ambiente que los envuelve, como son los amigos y los medios de comunicación.
No se deduzca de este escrito que trato de defender a aquellos escolares que realmente son un serio problema para la convivencia en los centros educativos. Sé que hay casos imposibles en especial aquellos que rompen la armonía y el orden siendo una cizaña para los demás. En estos casos, si se agotan todos los medios, solo cabe la expulsión en bien de los demás y su ingreso en otro tipo de enseñanzas.
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