CONVIVENCIA
EN LAS AULAS
Ya
dijimos “A veces el problema disciplinar en las clases no es de los
alumnos, se produce por los profesores. Algunos aburren a los
escolares y eso genera indisciplina. Luego la culpa no siempre es
toda de los alumnos.
Sé
que estas afirmaciones pueden levantar polémica entre maestros y
profesores. Hay quienes critican y no admiten tener parte de culpa en
la falta de convivencia en los Centros. Por ello queremos hacer
algunas matizaciones.
En
la enseñanza, en la educación, igual que en todas las profesiones y
actividades, los hay mejores y peores. Los hay vocacionales y sin
vocación. Los hay más o menos creativos, más o menos
solidarios…..en fin hay de todo, aunque sí tengo que afirmar que
la mayoría son excelentes educadores.
Quienes
preparan bien sus clases, las hacen atractivas, conocen a sus
alumnos, saben dar un toque de humor a los posibles problemas, son
capaces de “conquistarse” a los más conflictivos, estos
profesores y maestros no tendrán problemas de convivencia. Si la
clase está bien preparada y el maestro sabe conectar con sus alumnos
la educación es un placer. El maestro, el profesor debe ser
animador, un poco “payaso”, un poco charlatán de feria,
dominador de la clase. Debe ser ocurrente, pocas veces serio,
conocedor del grupo. Sabiendo que no puede ser el mismo con el A que
con el B o el C. Debe ser gran observador y detectar cuando sus
escolares no captan o están fuera de órbita. Debe saber hacer
interesante su materia, poner actividades atractivas, saber motivar
sus enseñanzas, ser severo y flexible a la vez. Debe tener seguridad
en sí mismo, saber buscar la oveja descarriada y no aburrir nunca.
Después
de 42 años dedicados a la educación de escolares entre 3 y 14 años
puedo plantear la siguiente interrogante:
¿Por
qué un mismo grupo de alumnos es radicalmente distinto cuando su
clase la imparte el profesor o maestro A o el maestro o profesor B.
Algunos
alumnos generan problemas de convivencia porque están sin entender
ni comprender nada de lo que se hace en clase debido principalmente a
su falta de base. Esa es la causa de su falta de atención y
consecuentemente de su indisciplina.
Si
a cualquiera de nosotros nos colocan en una clase de chino el primer
día estaremos bien por educación, el segundo me distraeré y al
final acabaré haciendo lo que me apetezca.
Afirmaba
al principio que la culpa no siempre es de los niños. A veces sí
porque hay escolares imposibles por su ambiente familiar, social, la
tele, los amigos… Y se hace muy difícil que la escuela pueda
educarlos. Otras veces, las menos, son los maestros, los profesores,
por las razones expuestas.
El
tener en las clases escolares sin una base mínima para seguir las
enseñanzas de los profesores es fundamentalmente culpa de los
sistemas educativos que permiten la promoción con suspensos y no
habilitan los medios suficientes para recuperar a estos alumnos o
pasarlos a otras modalidades de enseñanza más acordes con sus
capacidades. Evidentemente no todos somos iguales.
En
las escuelas e institutos existe la figura del tutor. Es uno de los
profesores que asume de forma especial la formación de un grupo de
escolares. Ser maestro tutor o profesor tutor es ser bastante más
que solo maestro o profesor. Por ello debería cuidarse mucho esta
figura. Es la persona cercana al chico. El que debe conocer su
problemática. Saber qué hace, con quien va, cuáles son sus
aficiones, cuales sus sentimiento, como es su situación familiar.
También es quien debe resolver cualquier conflicto que surja en
principio y buscar soluciones. Me viene a la memoria el caso repetido
de varios escolares cuyas notas bajaron notablemente. El tutor
descubrió que había fallecido algún abuelo con los que estaban muy
unidos.
La
figura del tutor, en mi opinión, se ha visto devaluada con el tiempo
entre otras razones a causa del excesivo trabajo burocrático
Tengamos
siempre en cuenta que en la formación integral de nuestros alumnos
influyen variados factores. Principalmente son tres: la familia, la
propia escuela y el ambiente que los envuelve, como son los amigos y
los medios de comunicación.
No
se deduzca de este escrito que trato de defender a aquellos escolares
que realmente son un serio problema para la convivencia en los
centros educativos. Sé que hay casos imposibles en especial aquellos
que rompen la armonía y el orden siendo una cizaña para los demás.
En estos casos, si se agotan todos los medios, solo cabe la expulsión
en bien de los demás y su ingreso en otro tipo de enseñanzas.
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