martes, 20 de noviembre de 2018

                                                     VIOLENCIA

  El siglo que pasó fue sin duda el mas violento en la historia de la humanidad. Recordemos las dos guerras mundiales, la masacre de Hiroshima y Nagasaki, las largas serie de guerras en África, etc. etc.
  A estas violencias globales le podemos añadir aquellas mas concretas y no por ello menos crueles como fueron los campos de exterminio nazis, los horrores de la  guerra civil española, las minas antipersonas, las guerras biológicas......
  Y situándonos en lo familiar recordemos los cientos de casos de violencia de género, de ataques entre parejas y la violencia en algunos centros escolares.
  Al ritmo que vamos y si añadimos a lo dicho la guerra de Bosnia, la del golfo, la de Irak, el 11 S,el terrorismo vasco, el atentado de Madrid Atocha, y algunos mas, no parece que llevemos un buen camino.
  ¿Parece imposible que aprendamos de la historia de violencia que lastra a la humanidad? Creo que sí. Pero ¿ qué futuro espera a esta sociedad que incluso presenta la violencia como diversión?
  Y todos sabemos cuales son las causas que dan origen a tantos y tantos hechos violentos.
  La industria armamentística. Sin armas no puede haber guerra.
  Las drogas. Alcohol y demás. Todas inducen a la violencia.
  La falta de trabajo. Puede llevar al robo y a la desesperación.
  El cine y la tele. Ya lo dijimos. Se presenta la violencia como diversión.
  Los abusos de poder. Llevan a la soberbia y creerse mas que nadie.
  La riqueza mal usada y peor repartida. Informe de Naciones Unidas nos revelan que casi la mitad de habitantes del planeta, 2.800 millones, se mantienen con menos de 2 euros diarios, y la cuarta parte con menos de 1 euro.
  La ausencia de valores morales. El olvido de Dios.
  La ausencia de amor y amistad que llevan  al hambre y a las injusticias.
  Y ante estos hechos ¿cuales pueden ser las soluciones?.
  Primero tengamos todos una mente mas abierta al mundo. Seamos mas plurales y menos individualistas. Seamos ciudadanos del mundo. Todos vivimos en la madre común: La Tierra.
  La pluralidad es posible: social, económica, religiosa, moral, cultural. Aceptemos a los demás como personas humanas que son, como yo.
  Lleguemos a una fraternidad universal de convivencia en paz y armonía.
  Porque si todos, todos, nos proponemos estos objetivos entonces el mundo, la Tierra, será mejor. Y con la Tierra, nosotros.

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