Un
árbol es un ser vivo. Nace, crece, se reproduce y muere igual que
las personas. Unos duran 8, 10... años y otros son longevos. A
algunos se les mata, se les quema, se les daña.... pero lo más
triste es que a ellos, a los árboles, al bosque, se les aniquila a
cientos, a miles. Usando una frase muy de actualidad, es una
destrucción masiva.
El árbol, el bosque, nos da
frutos, alimento. Nos ofrece sombra. Nos sujeta la tierra para que no
pase a ser un desierto. Nos da madera, carbón. Nos cura y protege de
enfermedades. Sus beneficios abarcan una muy amplia gama. Perjuicios,
ninguno. Sus ventajas llegan al punto de crecer más y desarrollarse
más en las zonas urbanas que en el campo, demostrado por expertos en
ecología de la Universidad de Cornell en Estados Unidos.
Y a estos grandes benefactores
de la humanidad los destruimos. Unas veces por mala intención o por
venganza y otras por descuidos.
A quien quema un bosque, a
quien mata un árbol, habría que aplicarle severas penas. Es un
grave atentado contra el bien común. No puede consentirse que por
capricho, descuido o desidia humana, se destruyan encinas centenarias
y olivos milenarios.
Se multa al que habla en su
coche por un teléfono y no se multa al que tira colillas a la
carretera o a los que dejan basura en el bosque. ¿ Qué es más
importante, la posible distracción e hipotético accidente de un
conductor o la segura destrucción masiva, vuelvo a usar esta frase,
de un bosque por una colilla que prendió en la cuneta en un día de
caluroso verano o por un cristal que incendió un monte?.
Castíguese como se merece a
quienes puedan provocar tales catástrofes.
En el verano del 2018 Extremadura fue la región más destruida por los incendios. Han sido
muchos bosques, muchos árboles, mucha tierra, muchos animales, los
que han sido masacrados.
Debería actuarse
principalmente con medidas preventivas:
- Vigilancia constante en las zonas de máximo riesgo de incendios.
- Cortafuegos efectivos.
- Limpieza de cunetas en carreteras y caminos.
- Disponibilidad de helicópteros en número suficiente para actuar con rapidez. La materia prima para poder apagar incendios la tenemos en abundancia en Extremadura. Es urgente concienciarse que al destruir parte de la naturaleza, al quemar un trozo de tierra, estamos matando nuestra propia vida y la de nuestros hijos..
- Campaña bien pensada dirigida a Centros de Enseñanza, Asociaciones de vecinos, organizaciones juveniles, etc.
Es urgente concienciarse que al
destruir parte de la naturaleza, al quemar un trozo de tierra,
estamos matando nuestra propia vida y la de nuestros hijos.
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